Desde
épocas remotas este aceite que brota de la tierra ha sido objeto de
utilidad. Al principio fue utilizado como combustible para lámparas,
para embalsamar a los muertos, para reparar hoyos en los botes, como
material para impermeabilizar, etc. Luego, con el pasar del tiempo,
el avance en la tecnología, en la ciencia, en su estudio, se han ido
revelando sus características, propiedades, almacenamiento, entre
otros aspectos, que, para bien o para mal han transformado a este
hidrocarburo en el motor del desarrollo de una región, de desarrollo
del mundo.
Y es
así como el petróleo se ha convertido en la excusa para la guerra,
en el epicentro del desarrollo. Irónicamente los países con las
mayores reservas de este hidrocarburo, son los países que se
encuentran en guerra o en subdesarrollo, puesto que las grandes
potencias desean “gerenciar” sus recursos petroleros porque ellos
“si saben como hacerlo”, mientras que sumergen en miseria y
destrucción a estas regiones “bendecidas” geológicamente con
este recurso.
Sin
embargo, aunque del petróleo se habla tanto y aunque todos sabemos
que es muy valioso, la gran mayoría desconoce lo que realmente es,
como se encuentra, para que sirve, cómo se obtiene, cómo se
comercia, cuánto hay, y lo más importante, ¿es la única
alternativa para obtener energía?
Pues
bien, primero lo primero: ¿Qué es el petróleo? El petróleo sea
líquido o gas natural es un compuesto orgánico formado por átomos
de carbono e hidrógeno, lo que deriva su nombre a hidrocarburo.
Estos átomos se combinan de maneras diferentes y forma sustancias
más simples como el gas metano, hasta sustancias más complejas tan
largas como una línea de imprenta. En su estado natural, el
petróleo, es un cóctel de hidrocarburos que, al ser extraído, se
somete a un proceso de separación donde se obtienen diferentes
sustancias con propiedades y utilidades especiales.
¿Cómo
se encuentra? Primero debemos saber que la palabra petróleo deriva
del latín petra (roca) y óleo (aceite), por lo tanto básicamente
significa “aceite de roca”. Conocido esto, podemos inferir que el
petróleo se encuentra en las rocas que constituyen la corteza
terrestre. Ahora bien, existen varios tipos de rocas: sedimentarias,
ígneas, metamórficas; sin embargo, el petróleo se encuentra en las
rocas sedimentarias, es decir, las rocas formadas por procesos de
deposito de sedimentos uno tras otro durante miles de años atrapando
en ellos restos animales y vegetales que con el pasar del tiempo en
condiciones de alta presión y temperatura se “cocinaron” y lo
formaron.
El petróleo en el Subsuelo |
Estas
rocas sedimentarias, por lo tanto, tienes espacios o poros donde se
encuentra el petróleo y que en el mejor de los casos, estos poros
se comunican entre sí, es decir la roca es permeable. Este tipo de
roca comúnmente son las areniscas y las calizas, y tienen mayor
porosidad y permeabilidad; y son conocidas como: Yacimientos.
Y
¿para que sirve el petróleo? Bueno, del petróleo podemos extraer
tres ramas principales: energía, lubricación y materiales. Como
fuente de energía, tenemos el famoso combustible gasolina, el
diésel, el gas doméstico, el gas vehicular, entre otros. Como
lubricantes toda una gama de aceites y grasas con diferentes
propiedades de resistencia a temperatura, viscosidad, etc. Y como
materiales el plástico, el asfalto, las ceras, y un largo etc.
Dicho
esto, ¿cómo se obtiene el preciado y versátil hidrocarburo? Ok, en
este punto está el meollo del asunto: resulta que no todo el
petróleo se puede extraer, y si se puede no es el 100%; y es aquí
donde escuchamos las famosas reservas posibles, probables y probadas.
Es decir, donde hay un tipo de roca yacimiento, donde los registros
muestran posibles hidrocarburos y donde se han colocado pozos y se ha
obtenido petróleo, respectivamente. Esto requiere de un estudio
profundo y exhaustivo de la roca, sus propiedades, características,
cantidades de hidrocarburo y a su vez las propiedades del mismo. Una
vez consolidados estos pasos, se procede a elegir el método de
extracción donde incide lo siguiente:
-
Profundidad del yacimiento.
-
Geología del yacimiento.
-
Presión y temperatura del yacimiento.
-
Viscosidad del hidrocarburo.
-
Cantidad de hidrocarburo.
-
Cuerpos de agua asociados.
-
Gas asociado.
Extracción de Petróleo y/o Gas del Subsuelo |
De
acuerdo a esto, se escogen los métodos de extracción: natural
(aprovechando la energía del yacimiento), bombeo en superficie,
bombeo electrosumergible, inyección de agua o gas, combustión in
situ, fracking, etc. Sea cual sea el método, para ello es necesario
perforar pozos que pueden ser verticales, horizontales, inclinados o
mixtos, para lo cual se requieren cabrias (torres de perforación),
taladros, brocas, fluidos de perforación y revestimientos del pozo
con cemento y tuberías o sartas ¡toda una inversión!
Entonces,
es un sistema complejo que requiere una gran inversión ¿cómo se
comercia, es rentable? Acá incide el factor de recobro o la cantidad
de petróleo que podemos extraer de un yacimiento. De acuerdo a este
factor, se analiza su rentabilidad y se procede a su extracción,
generalmente un factor de recobro mayor al 20% es rentable de acuerdo
al tamaño del yacimiento y un factor del 60%, es algo ideal, porque
como ya lo he dicho, no se puede extraer todo el petróleo de la roca
por sus condiciones químicas, geológicas, físicas, etc.
La
unidad estándar de comercialización de petróleo es el barril que
equivale a unos 42 galones del hidrocarburo (no es una lata gigante
como piensan algunos), y generalmente se requiere vender unos pocos
barriles para recuperar la inversión, entonces sí, si es rentable
explotar petróleo. Sin embargo, las grandes potencias (que han
agotado sus recursos petroleros, puesto que son los mayores
consumidores mundiales) juegan en geopolítica un papel fundamental
que repercute directamente en los precios del petróleo para
obtenerlo a un bajo costo y en poco tiempo, tal es el caso de Estados
Unidos contra Venezuela y los países Árabes, inventando toda clase
de desestabilización económica para someter a los gobiernos y
apoderarse de las mayores reservas de petróleo del planeta.
Parece
un tema trillado, pero es la realidad que vivimos. Pensemos un poco
en el caso de Venezuela, con la reserva de petróleo más grande del
mundo, a poca distancia de Estados Unidos. Con un sistema de gobierno
que, lo llamen como lo quieran llamar, es el que el pueblo ha elegido
en más de 24 elecciones en los últimos 20 años, con uno de los
sistemas electorales más modernos y seguros a nivel mundial. De
pronto a el gobierno de los Estados Unidos se le ocurre que en
Venezuela existe una dictadura, que ellos deben tomar el control para
“arreglar el sistema democrático” y ayudar a esa pobre gente
ignorante que no sabe administrar sus recursos petroleros y que está
pasando hambre y enfermedades porque ellos han establecido un bloqueo
financiero que le impide al país comprar alimentos y medicinas,
incluso vender el petróleo.
De
esta manera, los “emperadores” modernos someten a la miseria al
mundo con tal de hacer crecer sus bolsillos bajo la mirada
complaciente de organizaciones mundiales inútiles como la Naciones
Unidas, pero esto es un tema del cual dicho lo anterior me retiraré
lentamente.
Entonces,
¿cuanto petróleo hay? Bueno de haber hay, lo que pasa es que somos
muchos y creciendo, por ende el consumo de petróleo crece
exponencialmente y las reservas siguen siendo las mismas porque el
petróleo no es renovable, es decir, es finito. Y queda petróleo
aproximadamente para unos 100 años más y listo “game over”; lo
que nos lleva a la última pregunta ¿es la única alternativa para
obtener energía? Y , por supuesto, la respuesta es NO, no es la
única alternativa.
Existen
alternativas más ecoamigables, más económicas, e incluso de
reciclaje, solo que no son tan rentables como el petróleo; pero que
a mi criterio, deberíamos prestarles mayor atención porque de
hacerlo cuando el petróleo se agote sería un caos. Inclusive, si se
le dedica más inversión a estas alternativas podríamos disminuir
un poco en consumo de petróleo y ayudar al planeta a equilibrarse,
porque el subproducto del petróleo son los gases de efecto
invernadero que están aumentando sustantivamente la temperatura del
planeta.
Si
bien el oro negro ayuda a progresar a un país, la ambición ha
cegado el humanismo y está destruyendo al planeta ¡con todos
nosotros dentro!
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